Torneo de StarCraft II en el IEM de Katowice: altísimo nivel, buenos premios y barrido en la final

David Rodriguez
El fin de semana en Katowice tuvieron lugar varios multitudinarios torneos de la ESL además del campeonato del mundo de Counter-Strike: GO que seguimos en varias entradas. Uno de los que dejó momentos más interesantes e ilustró el magnífico estado de forma de la competición en uno de los títulos más veteranos de los eSports fue el que reunió a 76 de los mejores jugadores del mundo de StarCraft II.

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Con un muy respetable monto final para premios de 400.000 dólares (engrosado desde los 250.000 iniciales mediante las contribuciones de los compradores del Botín de Guerra), el torneo de estrategia destacó por el altísimo nivel de sus participantes, los valores de producción, la profesionalidad de los comentaristas y el éxito de público (tanto en la Spodek Arena como a través de Twitch).


La etapa de doble eliminación comenzó los días 26 y 27 de febrero enfrentando a 64 jugadores en modalidad presencial que se jugaban 12 plazas para la siguiente ronda. Simultáneamente otras 12 entradas serían cubiertas por los mejores en 3 etapas de clasificación online.

Uno de los encuentros Terran más interesantes enfrentó a Juan Carlos Special Tena con Lee Bunny Jae Sun

En la segunda etapa celebrada los días 1 y 2 de marzo los 24 clasificados disputaron sus encuentros en cuatro grupos con estructura round robin, avanzando los 12 mejores a la etapa eliminatoria con cuatro clasificados para las finales el sábado.

Cho Maru Seong Ju (Terran) y Kang Solar Min Soo (Zerg) se enfrentaron en uno de los juegos más entretenidos de cuartos

El desenlace del domingo enfrentó a los Zerg de Lee Rogue Byung Ryul contra los Protoss de Kim Classic Doh Woo en una ronda al mejor de siete que se decidió tal vez excesivamente rápido dado el avasallador ritmo del primero. Tan solo cuatro enfrentamientos y poco más de una hora coronaron a Rogue como campeón del mundo, proporcionando al jugador del equipo Jin Air Green Wings un merecido reconocimiento y un sustancial premio en metálico de 150.000 dólares.

Una final que se decidió de forma excesivamente desigual restó solo un poco de lustre a un magnífico torneo