Flash Wolves consigue la segunda plaza para la fase de grupos del Mid-Season Invitational

David Rodriguez
La liga oficial LMS de League of Legends representa el máximo nivel de la competición en una territorio al sur de Asia que abarca Hong-Kong, Macao y Taiwan. Aunque en otras ocasiones esta región había obtenido buenos resultados en la final mundial del juego, el Worlds 2017 no fue demasiado favorable a sus equipos y como resultado los mejores de la liga hubieron de competir en la etapa inicial del Mid-Season Invitational por una de las plazas para la fase de grupos.

En representación de estos tres países llegarían al MSI los Flash Wolves, cómodos líderes del split de primavera de la LMS pero recordados sobre todo por su último puesto en la final mundial. Al igual que con el otro equipo que ha conseguido una de las plazas, los Flash Wolves partían con la ventaja de incorporarse a los enfrentamientos después de que los equipos que formaban los grupos A y B hubiesen disputado una primera ronda todos contra todos.

En el partido decisivo, los Wolves se encontraban con Gambit Esports, un equipo formado por varios veteranos de la Comunidad de Estados Independientes y líderes absolutos de su grupo tras un total de cinco victorias en los seis encuentros disputados.


Ambos equipos (de nuevo al igual que los EVOS Esports) presumían de un estilo agresivo orientado a la rápida desestabilización del rival, aunque los primeros compases de cada ronda mostraron por el contrario una aproximación cauta que probablemente se viese inspirada en parte por las condiciones de la rápida derrota ayer de BAU SuperMassive.

Una vez que los equipos se fueron soltando, las luchas y escaramuzas en la jungla se hicieron más frecuentes, favoreciendo habitualmente a los Wolves y sirviendo para que su jungla Moogin pudiese hacerse con un Nashor que dio la vuelta al progreso de la primera ronda y la victoria al equipo asiático.

A partir de esta primera victoria, los de Gambit parecieron desinflarse de forma desproporcionada, manteniendo una defensa excesivamente laxa que condujo a que en poco más de media hora el equipo taiwanés se proclamase campeón y pudiese empezar a pensar en una posible redención internacional en el MSI.