El enfrentamiento de semifinales de ayer dejó claro que incluso frente a una amenaza tan bien organizada y eficaz como la de la trayectoria de Flash Wolves en este MSI, el nivel de juego de equipos como Kingzone supone una barrera casi infranqueable para las alineaciones que no cuentan con la experiencia de ligas tan duras como la LPL o la LCK.
Aunque los coreanos habían perdido varios encuentros durante la fase anterior del torneo, incluso frente a los equipos occidentales y en dos ocasiones frente a Flash Wolves, la superioridad de su juego a cinco partidas se hizo notar en una constancia ante la que poco pudieron hacer los Lobos de Taiwan.
Eso no quiere decir que la semifinal fuese una exhibición constante de juego de precisión, ya que los Flash Wolves pudieron aprovechar el mismo estilo de juego hiperagresivo que les proporcionó varias victorias en anteriores mangas para descolocar a Kingzone DragonX, obligándoles por momentos a jugar fuera de su plan establecido y a cometer errores.
Sin embargo y a pesar de su derrota en un segundo partido donde la suerte vistió los colores de Taiwan durante una trifulca que FW pudo aprovechar para la victoria, el control de la jungla y la línea central de los dragones les proporciona una constante ventaja económica que tarde o temprano hace parecer inevitable su victoria. El resultado final 3 a 1 a favor de Kingzone demostró que aunque un quinteto con tan buen estado de forma como Flash Wolves puede dar un susto a cualquiera, el entrenamiento para ejecutar un plan bajo presión de favoritos como los líderes coreanos se mantiene a otro nivel.
Por supuesto, en la final de hoy los coreanos se encuentran con un equipo que destaca por un juego similar, básicamente porque desde las mejores alineaciones del gigante asiático nunca han tenido reparo en analizar y desmenuzar el estilo de los equipos top de Corea para constituir su estrategia.
Para el mejor equipo de la liga coreana, heredero todavía no totalmente probado de la posición que durante muchos años ocupó sin duda SK Telekom, la victoria en el MSI abre el camino hacia la confirmación de su superioridad frente al resto de equipos del mundo. Para Royal Never Give Up, esta oportunidad sirve de forma incluso más ambiciosa para destronar a Corea como nación campeona indiscutible de League of Legends, apoyándose en una presencia todavía formidable pero no tan aplastante como en los años de dominio de SKT y Samsung Galaxy.
