El equipo europeo pudo ganar los ocho enfrentamientos disputados en el torneo, enviando a la horquilla de perdedores a Cloud 9 Gaming, al camino largo vía partido de ganadores y partido decisivo al Team Liquid, eliminando a Mousesports en semifinales y por último aplastando de nuevo al conjunto norteamericano que llegó a la final ganando todos los demás encuentros.
Con un nivel de juego tan elevado, no es de extrañar que la final se plantease como todo un desafío para los de Team Liquid, que habían conseguido solo llegar a preocupar a Astralis durante su anterior encuentro en el primer mapa, Nuke (16 - 12). Tal vez por eso los americanos escogieron este escenario en su votación, pero antes de eso tocaría pasar por el particular Inferno que los europeos habían seleccionado.
Desde la salida de la primera ronda hasta la culminación de la número 14, los de Team Liquid no tuvieron la menor oportunidad de sumar un punto al marcador, quedando en una situación de desigualdad de la que tímidamente intentaron recuperarse con cinco disputadas victorias antes de caer finalmente cuando los de Astralis anotaron los dos puntos restantes.
En Nuke el equipo aspirante logró unas cifras más esperanzadoras pero el dominio de los de dev1ce no admitió muchas dudas: al igual que en las tres últimas grandes finales disputadas por estos dos equipos, Astralis se convirtió en campeón del torneo con una combinación de juego preciso, magníficas actuaciones individuales y respuesta sólida a los cambios de situación.
Con un nuevo trofeo en su ya muy abultada vitrina de este año, Astralis continúa con su imparable recorrido de la escena competitiva acumulando otro medio millón a una cartera de premios que ya roza los tres millones y medio en los menos de tres años que el equipo lleva en activo.