Continuando con la oleada de revisiones a las mecánicas generales que en el anterior parche convertían al Nashor en un rival mucho más correoso en su primera aparición y reforzaban la importancia de contar con un tanque en estos enfrentamientos, los cambios introducidos ahora buscan reducir la eficacia inicial de los junglas y su capacidad de participar en emboscadas a los otros jugadores.
Para empezar, todos los campamentos han visto alterada la cantidad de experiencia proporcionada, ralentizando el ritmo de progreso de los junglas con una escalada variable hasta el nivel siete y sin aplicar la reducción del 5 por ciento cuando el jugador supera su nivel. También se complica la captura de los Escurridizos de la Grieta, que ahora aparecen en posiciones aleatorias (pero señaladas en el mapa) y proporcionan más experiencia a cambio de una mayor dureza.
Otros cambios relevantes son la reducción de la recompensa por rachas de asesinatos que se ve acompañada de una alteración de sus efectos, aplicándose ahora solo al jugador que consigue las bajas. También se han llevado a cabo ajustes de equilibrado a Sion (reduciendo su eficacia en el meta actual), Poppy, Bardo, Kindred y Zac.
La acogida de los cambios a la labor de los junglas no ha sido demasiado positiva a juzgar por las declaraciones de varios jugadores profesionales en esta posición, que se quejan de la importante desventaja que supone sobre todo la reducción al ritmo de progreso y de la baja justificación de su aplicación.
Profesionales como Dardoch o Amazing se quejan de las nuevas limitaciones y aluden a la falta de comunicación entre Riot y los jugadores a la hora de llevar a cabo cambios tan importantes para la carrera de muchos. Otros como Flaxxish o Shiphtur bromean con la falta de sentido del papel de jungla, relegándolo a apoyo de la línea superior o central.