En el caso del juego de lucha de Gamecube, la situación se definió de forma muy clara desde que el título volvió a la selección oficial del EVO tras la interrupción del mucho menos popular Brawl de Wii, con tres jugadores repartiéndose los títulos desde 2013: Armada (Alliance) y Joseph Mango Manuel Márquez (Cloud9) han ganado en dos ocasiones cada uno y Juan Hungrybox Manuel Debiedma (Team Liquid) lo ha logrado en una.
Como consecuencia, es habitual que los aficionados esperen en los torneos en los que más de uno de los "dioses" participan que la final se decida entre ellos, sin embargo este año un jugador tenía planes bien distintos.
William Leffen Hjelte (Team SoloMid) participaba este año en el torneo de Melee además de tratar de dejar su huella en el multitudinario evento de Dragon Ball FighterZ, un título en el que hace unas semanas estuvo a punto de hacer historia venciendo al casi insuperable Go1 en una de las rondas más espectaculares que ha dado su escena competitiva. Con sus objetivos claros y en un estado de forma particularmente bueno, el jugador sueco se puso manos a la obra al tiempo que algunos otros novatos como Justin Plup McGrath hacían lo propio.
Tras haber conseguido mandar a la horquilla de perdedores a Hungrybox en una primera ronda "matadioses", Leffen pudo eliminar a Plup con un aplastante 3 a 0 después de que este hubiese vuelto desde esta misma horquilla con un énfasis que le había servido para eliminar a Mango.
Mientras tanto, el que había de ser su rival en la final, Armada, caía a la horquilla de perdedores para después destruir progresivamente a todos los rivales que allí encontraría, entre los que estaban Hungrybox y Plup. Como resultado, el también súbdito sueco alcanzaba desde la posición del hándicap una final que se desarrollaría con matices de duelo épico.
Para comenzar, Armada decidió arriesgarse escogiendo el mismo personaje que su rival, Fox, buscando sorprender en una primera ronda que no salió como esperaba. Volviendo a su más habitual Peach, el veterano jugador puso toda la carne en el asador pero fue aun así incapaz de frenar el impactante ataque de Leffen, que continuó en una extensa ronda en el escenario más épico de Melee hasta que una última presa daba la victoria al joven aspirante.
En una reacción de pura energía y sin duda confirmando (con otro sentido eso sí) el carácter emotivo que ya vimos en su enfrentamiento con Go1, el jugador sueco se hacía con un disputadísimo título: el de nuevo dios de Melee (además del casi menos importante de ganador en un torneo oficial del EVO).